Arrepentimiento: Una puerta Abierta

"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;"

Hechos 17:30

Sin duda es un momento de gran alegría para un condenado a muerte cuando se le otorga la amnistía o perdón. Normalmente esto se hace en ocasiones especiales y es un acto que esta en manos, por lo general, de la máxima autoridad de un país, pero sin duda que lo mas importante es que no se otorga a alguien que no esté arrepentido y que haya hecho méritos de ese arrepentimiento. Debe ser un momento incomparable ver las puertas de la cárcel abrirse para uno y dar el paso afuera de las rejas y respirar la libertad y la vida que uno había perdido, aún así es una pobre ilustración de lo que es el sentir del verdadero arrepentimiento...
Dios nos ha mostrado las grandezas de su amor para con nosotros en que siendo nosotros los ofensores y no habiendo hecho nada en favor de nuestra redención, el envió a Jesucristo su Hijo a salvarnos mostrando en este acto el mayor amor que puede ser mostrado. Ahora, en un acto extraordinario, extiende su mano hacia nosotros, pecadores perdidos y nos ofrece, gratuitamente, por su gracia, la amnistía total, el perdón de nuestros pecados.
En muchos casos vemos a hermanos haciendo llamados al arrepentimiento que verdaderamente asustan o en otros casos, disgustan y es que el arrepentimiento ha venido a ser en la mente de muchos una especie de atadura, sinónimo de perdida de libertad cuando en realidad es todo lo contrario. Lo mejor que puede ocurrió en la vida de uno es ARREPENTIRSE, no hay mayor gozo y paz que la que viene de confesar lo pecados de uno delante de Dios y dejarlos al pie de la cruz para nunca mar volver a ellos.
¿Por que esto es así? Porque el arrepentimiento es un nuevo comienzo, es empezar de nuevo pero andando en la dirección adecuada. Es un giro de 180° en nuestro pensamiento, emociones y voluntad. Todo nuestro ser se ve afectado maravillosamente, es verdaderamente un nuevo comienzo. Es como comenzar a escribir la propia historia pero, ahora, caminando de la mano con Dios, de acuerdo en obedecerle y desechando todo cuanto le desagrada.
¿Como puedes arrepentirte? Mirando lo que padeció Cristo en la cruz por ti. Una visión clara de lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz es, sin duda, un poderoso martillo en las manos de Espíritu Santo para romper nuestro endurecido corazón y al ser aplicada esa sangre derramada venimos a ser más y más sensibles a su llamado. De nada sirve mirar solo nuestros pecados, mirarnos a nosotros mismos como pecadores no nos conducirá al arrepentimiento, tampoco mirar nuestras necesidades sino mirar su amor para con nosotros.
Dios ha pasado por alto, Dios ha mirado hacia otro lado con paciencia, sabe de nuestra ignorancia, ha esperado sabiendo que ha de llegar el momento y el momento ha llegado. Hoy Cristo nos llama porque todo está listo, tu puedes venir a él arrepentido, ya todo esta consumado, completo, por eso el manda a todos los hombres en todo lugar QUE SE ARREPIENTAN, las puerta esta abierta, todo el que crea en Jesucristo puede entrar.
Dios extiende su invitación a los pecadores pues solo los pecadores deben y pueden, si quieren, arrepentirse. El cielo está listo para ti pecador, ven con arrepentimiento en tus manos, preséntate ante Dios con fe y veras el reino de Dios. Nada impide al pecador acercarse, Dios te dice a ti porque tu eres un hombre y estas en algún lugar y el ha dicho en todo lugar que se arrepientan.
La ira de Dios no es para los arrepentidos, el juicio de Dios no será para los que se vuelvan arrepentidos a él ahora. Hoy será el día más feliz de tu vida, el primero de muchos días de gozo si aceptas la reconciliación que Dios te ofrece por medio de la fe en Jesucristo el Señor. Deja el pecado fuera, toma allí en tus manos el arrepentimiento y presentate delante de Dios, se creyente, no incrédulo, las heridas del Salvador en sus manos, pies y costado serán para testimonio eterno que hoy te ha dicho que Dios manda a todos y a ti, en todo lugar y donde estés, que se  arrepientan, así que arrepientete y cree en Jesús el único salvador.
Dios bendiga al que lee y cree, Dios guie al que lee y entiende. ¡Amen!