"Como está escrito: No hay justo ni aún uno" Romanos 3:10
En el artículo anterior intentamos establecer un punto importante, "no somos animales en ninguna forma, aunque compartimos características biológicas, somos seres humanos". El tener esto bien claro es fundamental para poder entender el asunto que vamos a tratar hoy.
Como humanos somos una criatura (parte de la creación de Dios), compleja. los animales funcionan en base a instintos y carecen no solo de racionalidad sino también de personalidad (saber que "somos", que existimos y ser como somos, definirnos), además de esto tenemos un sentido cosmológico, estamos ubicados en el espacio y tiempo y vivimos según la concepción que tenemos en cuanto al mundo, lugar y tiempo que vivimos; y por último un entendimiento de "bien" y "mal".
Esto no ocurrió por accidente sino que es la semejanza de Dios, el es nuestro creador, por lo tanto algo del creador pasó a nosotros y esto es inevitable, un ser inteligente, hace cosas que reflejan su inteligencia, en este caso personas que tienen inteligencia y así cada una de nuestras características es un reflejo de aquel que nos creó. Esto es de vital importancia aceptarlo para poder entender lo que dice el versículo que encabeza nuestro artículo. Si somos creados por Dios entonces tenemos una relación personal con él. Esa relación personal puede ser buena o mala como la relación con cualquier persona, además por la naturaleza de esta relación entre un ser infinito en todo y un ser finito en todo será necesario tomar en cuenta no solo los intereses de cada uno sino también la autoridad que es el sello distintivo de la relación con Dios.
Cuando establecemos una relación personal de manera voluntaria, al ser una relación con un semejante, la autoridad no es necesariamente parte de esa relación, pero cuando se trata de una relación forzada, por ejemplo, la relación con nuestros padres es una relación forzada, ellos son nuestros padres y tenemos que vivir bajo su autoridad, no se escogen los padres de uno sino que se aman y se aceptan, así también la relación maestro alumno, la relación policía ciudadano, la relación jefe obrero, son todas relaciones donde no podemos escoger en el sentido de adaptar esa relación a nuestros gustos o preferencias, el maestro que me toco es ese y no hay otra opción si deseo estudiar, el jefe que me toco es ese y no tengo opción si quiero el empleo y así existen relaciones que son impuestas o forzadas y que muchas veces son necesarias.
La relación con Dios es diferente a todas porque debe combinar perfectamente ambas cosas, por una parte debe ser voluntaria, es decir debo desear tener una buena relación con Dios si es que voy a tener una relación buena con el, pero al mismo tiempo debo someterme a esa relación entendiendo que Dios es la máxima autoridad en todo asunto presente en dicha relación. Además, por ser una relación que en este momento se desarrolla entre un mundo físico y uno espiritual, requiere de una regla que me muestre lo que debe o no ser dicha relación, algo que conecte perfectamente ambos planos espaciales, el físico y el espiritual, sin esto es imposible establecer una relación que tenga algo de objetividad. Sin un punto de referencia cada uno podría decir que tiene una buena relación con Dios y no sabríamos la verdad hasta encontrarnos con ese Dios en el mismo plano, es decir hasta ir a la presencia de Dios. Ese punto de referencia, esa guía perfecta es: La Biblia, la palabra de Dios, ella nos revela todo lo que necesitamos saber para tener una buena relación con un ser que no podemos ver sino solo por fe.
Tenemos entonces tres puntos básicos hasta ahora para abordar el tema de la Homosexualidad:
1. Dios existe y es nuestro creador
2. Somo seres humanos, no animales racionales
3. Nuestra relación con Dios debe establecerse en base a la Biblia
Terminaremos hablando de la importancia de este último punto. Hoy en día vemos que se ha establecido un pensamiento en la sociedad que nos hacer ser incapaces de decir lo que esta mal o no. Tenemos un sentido de "respeto" que es altamente peligroso, hemos dejado que el concepto de moral y de lo que es bueno o malo dependa de cada uno y hemos puesto en duda lo malo de conductas que claramente fueron consideradas reprobables años atrás. ¿Por que?, la respuesta es que perdimos la palabra de autoridad de la vista y no hemos alejado de la luz que alumbra a todo hombre. Si yo le digo a otra persona lo que esta mal, eso es en la mayoría de los casos injusto. Verdaderamente, nadie tiene derecho a gobernar a otros estando todos en la misma condición, esto en lo referente a relaciones personales o sociales, no en cuanto a gobiernos o autoridades como policía o militares las cuales están investidas de autoridad a debemos respetarlas.
Al olvidar que tenemos un creador y que lo que hacemos afecta nuestra relación con el, al vivir conforme a la idea de que somos animales, no humanos y que hay cosas en nosotros que no podemos controlar, sentimientos o pensamientos y al desechar la Biblia como fuente de autoridad entonces hemos preparado el terreno para muchos males que nos afectan hoy en día, uno de ellos, no el único ni el peor, la HOMOSEXUALIDAD. En el momento que aceptemos que somos seres humanos creados por Dios y aceptemos nuestro error de pretender ignorar su existencia y abracemos concientemente su palabra como fuente de autoridad, la "idea" de la homosexualidad será expuesta en su justa dimensión a nuestra conciencia en todo su terrible efecto y podrás ser libre y llevar una vida plena que esta fuera del alcance de los que niegan estas sencillas verdades. Antes de tomar la decisión de asumir una sexualidad dirigida hacia el mismo género, no conocías esta vida plena de la que hablo, por eso fuiste seducido por tu propio corazón y al seguirlo alejándote de la verdad viniste a conocer "algo mejor" pero no es la vida plena de la que habla Dios para nosotros, solamente por medio del arrepentimiento y la fe en Jesucristo (creyendo en El) es posible alcanzar esta vida plena y llena de gozo. Nada de lo que has vivido se compara a la vida que Cristo ganó para ti. Te animo a examinar la escritura en cuanto a esto en nuestro próximo artículo.
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